Unión Obrera Balear. sectorial de Enseñanza, acusa al consejero de Educación, Martí March, de actuar «como un delegado colonial a las órdenes de Madrid» en lugar de hacerlo como un consejero del Gobierno balear. Afirman así mismo que «Es inadmisible que después de la oposición frontal de los sindicatos docentes y otros colectivos educativos a volver a los centros el 25 de mayo, por motivos elementales de seguridad sanitaria, se limite a «trasladar las aportaciones» al Ministerio de Educación, en lugar de retirar la instrucción del protocolo de desescalada».
Según el sindicato «Si el sr. Martí March se comportara como un verdadero consejero de Educación, no se sacuden la responsabilidad de encima, ni pondría el «Plan para la transición Hacia una nueva Normalidad» del Gobierno, una hoja de ruta sin rango de ley, por delante de lo que dicta el sentido común y le piden de forma unánime los representantes de los trabajadores de la enseñanza. Como se ha demostrado en Andalucía, negarse a volver a las aulas día 25 de mayo es posible y la indefinición del sr. March sólo se puede entender por las ganas de no contrariar el jefe de filas de su partido, Pedro Sánchez».
Y finalizan reafirmando la petición de dimisión de March «A la vista de esta nueva actuación del consejero March, que relega el bien común, la salud pública y los derechos de los enseñantes a otros intereses, UOB se reafirma en pedirle la dimisión».